Cho MG, Corea
Para mí, la palabra “madre” significa lágrimas. Cuando era estudiante de primaria, mi familia atravesó la peor situación económica, y mi mamá tuvo que criar sola a mi hermano y a mí. Mi madre pasó por todo tipo de dificultades. Endeudándose por muchas cosas, incluso vivíamos en un barrio marginal. Ella era hostigada por los acreedores, y como no podía pagar las cuentas, vivíamos sin gas ni electricidad.
Todo parecía sombrío; estaba afligida y agobiada. Mis amigas compraban ropa, zapatos y bolsos, todo cuanto querían, y yo no tenía nada de dinero; ni siquiera tenía algo de dinero para los almuerzos escolares.
Un día me enfadé y le hablé duramente a mi mamá:
“¡Mamá, estoy muy molesta! ¿Por qué tenemos que vivir así? Realmente odio esto. ¡Me avergüenza no poder pagar ni siquiera el almuerzo!”
Esa noche no pude conciliar el sueño. Mi mamá llegó tarde a casa después del trabajo, y se acostó a mi lado en silencio. Fingí estar dormida, temiendo que estuviera molesta conmigo por haberme quejado ese día. Pero para mi sorpresa, solo me abrazó. Nunca la había visto llorar, pero ese día mi madre estaba llorando, y decía que todo era demasiado para ella.
Fue la primera vez que pensé en la vida de mi madre. Ella había trabajado más de diez años sin descansar, pero mi familia siempre atravesaba problemas económicos a causa de las deudas. Ya que tenía que pagar nuestros gastos escolares y darnos dinero, mi mamá dejaba de comer. Entonces comprendí que su vida solo había estado llena de lágrimas, dolor y suspiros.
Cuando encontré el nido de mi alma después de recibir la verdad, era natural que quisiera compartir la bendición primero con mi mamá. Desafortunadamente, mi mamá escuchó algunos comentarios difamatorios de sus vecinos, y se opuso a mi fe con vehemencia. Se enojaba cada vez que trataba de hablarle de la iglesia, y nunca me escuchaba.
Poco a poco me fui desanimando. Entonces me encontré de brazos cruzados pensando: “Mi madre escuchará el evangelio en su debido tiempo”. Solo oraba por ella, y dejé de predicarle la palabra de Dios. Había encontrado a Dios, pero no había apreciado por completo la dura vida de mi mamá; era egoísta y cobarde incluso ante mis propios ojos.
Un día, mi madre se sintió inusualmente agobiada con las deudas que aún no había pagado. Cuando la vi me sentí muy triste, y pensé más que nunca lo bueno que sería si ella viviera feliz con la esperanza celestial. Me llené de valor y le dije: “Mamá, vamos juntas a la iglesia. En verdad es una buena iglesia. Me desconsuela verla sufrir. Quiero que vaya a la iglesia y se sienta cómoda, sin más problemas”.
Pensé que esta vez también me rechazaría, sin embargo prometió ir a la iglesia la semana siguiente. No podía creer lo que oía. Sentí que mi mamá, que estaba cansada de la vida, quería ser consolada.
El corazón de mi madre se abrió camino a Sion. Ella felicitó a los miembros, diciéndoles que se veían bien, y cuando vio el vídeo de presentación de la iglesia, quedó sorprendida, preguntándome si la Iglesia de Dios se había iniciado en Corea.
Hasta ese momento, pensaba que mi mamá nunca me comprendería, y que se molestaría si le pedía que recibiera la verdad. A decir verdad, pensaba que sería todo un logro si se aclaraba su malentendido, y que podría predicarle nuevamente la palabra de Dios después que cambiara su punto de vista sobre nuestra iglesia. Sin embargo, a diferencia de lo que esperaba, cuando los miembros de Sion la animaron a recibir una nueva vida, se mostró dispuesta a hacerlo.
Yo era una persona de poca fe e insensata, pues pospuse la salvación de un alma con el pensamiento ocioso: “Las cosas se harán en su debido tiempo”. Era tarda para creer que Dios abre incluso un corazón cerrado cuando predicamos con fe.
Nada cambiaba sin importar cuánto esperara. Al ver a mi mamá cambiar de parecer en un instante, comprendí que la predicación del evangelio no es algo que pueda posponer; debo predicar el evangelio en cada oportunidad.
Doy gracias a Dios por guiar a Sion el alma cansada de mi mamá, y también por darme un gran entendimiento. Nunca pospondré nada. Predicaré sin demora a los que necesitan la esperanza celestial, para poder compartir mi felicidad con ellos.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Todas las cosas se cumplen no por nuestra fuerza y nuestro poder sino por Dios.
Vamos a caminar el camino de la fe confiando en Dios.
Felicitaciones por su visita a Sion con su madre. Invitaré a mi madre venir a Sion hoy. Gracias.
Me resuena las palabra de mi Dios; “No te jactes del día de mañana…”, “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.” La Madre celestial hasta ahora nunca ha dejado de salvar un alma ni un segundo. El Padre y la Madre celestales oran por sus hijos pedidos del cielo… cómo me quedando estar sentado con los brazos cruzados.
Amén. Para llevar a los que aman a Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre al seno de la Madre, yo siempre predicaré el evangelio.
Gracias a Dios padre y a Dios madre
Todavía hay muchas personas que viven con mucho sufrimiento sin esperanza del cielo.
Yo también predicaré el evangelio sin demora a ellos para compartir la esperanza del cielo.
Gálatas 6 : 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Dios Elohim está siempre con nosotros y nos ayuda. Y cuando estamos agotado, nos da la fuerza y el valor. Muchas gracias a Dios Elohim.
Me alegro el final feliz. Su mamá merece el consuelo de Dios Madre. Realmente me emocionó mucho de que haya recibido la verdad y tenga la esperanza del cielo. ¡¡Felicitaciones!! Dios los bendiga mucho.
Todas las personas tienen su tiempo de escuchar la verdad. Por tanto nuestra familia física sin falta escuchará la verdad en algún día si yo no dejo la oración por ellos. Creo en que Dios Padre y Dios Madre van a abrir el corazón de ellos y hacer recibir la verdad.
Es el evangelio que Dios cumple.
Hagamos la misión de evangelio q Dios nos ha dado creyendo el poder de Dios.
Yo también predicaré diligentemente el amor y la salvación de la Madre del cielo a todas las partes del mundo^^
Doy gracias a Dios Padre y Dios Madre por salvarme.
Predicaré el amor de Dios a los 7 mil miliones.
Para recibir mucha bendición , tenemos que predicar.
vamos a predicar~!!!
entonces recibiremos mucha bendición.
Siento misma con usted hermana. Deseo que su mama y usted reciban mucha bendición de Dios Elohim predicando y siendo consoladas en Dios Madre.
Creamos que Dios puede hacer todo y prediquemos con valentía y sin miedo el nuevo pacto, llevando a muchos al camino de la salvación.
Cumplamos nuestra misión de predicar la salvación y el amor que recibimos del Padre y la Madre celestiales.
Conforme a la palabra de la Biblia, somos consolado en el seno de Dios.
A veces, nos preocupamos que no le gustaría escuchar la verdad por varias razónes. Pues, Dios abre los corazones de escuchadores al contrario.
felicitaciones.
La Palabra de Dios es lo que predicamos, pero es solo Dios quien abre el corazón de quienes la escuchan y les hace comprender. Creamos y prediquemos que Dios está con nosotros.
Hoy, se nos ha dado la oportunidad de compartir el evangelio con Dios. Predicaremos el evangelio del nuevo pacto sin perder oportunidad.
Predicamos el evangelio, pero es Dios quien abre el corazón de las personas.
Hagámonos santos de la fe que mueven los corazones del Padre y de la Madre Celestial.
Pensando en el gran amor que hemos recibido de Dios Padre y de Dios Madre no tenemos tiempo de dudar en predicar esta buena nueva del cielo. Nuestro Dios espera ansiosamente el regreso de los hijos perdidos; prediquemos con diligencia este evangelio hasta encontrar a toda nuestra perdida familia celestial.