JH Seo, Corea
“¡Ay! Aún queda mucho camino por andar.”
Parece que estuviera recorriendo un camino sin fin. La casa ubicada cerca de mis padres, adonde recién me mudé, no está tan lejos de la parada de buses, pero ya que el camino tiene un declive abrupto, me hace sentir como si anduviera en un camino de los Alpes. Además, cargando en la espalda a mi hijo de tres años, me resulta mucho más difícil que subir sola.
Después de subir el camino empinado, aunque deseo tomar un breve descanso, me espera otro obstáculo: subir al quinto piso del edificio sin ascensor. Apenas llego a casa jadeando, bajo a mi hijo y me acuesto en el suelo como desmayada.
“Si no cargara a Tae-min, no me sentiría tan agotada…”
Si mi hijo pudiera caminar solo, no me sería tan pesado regresar a casa. ¿Pero cómo habrá podido mi madre subir el camino tan lejano cargándome? De pronto recordé los días de escuela primaria.
“¡Oh! Es la hora de educación física.”
“Todos deben ir a rendir examen. ¡De prisa, reúnanse todos en el patio de recreo!”
Ese día tenía un examen práctico de cruzar las barras de mono.
Reunidos en el patio de recreo, cada cuatro personas pasaban el examen en orden. Uno cruzó muy rápido como un mono, y otro muy lento como una tortuga. Viendo a mis amigos cruzar las barras de mono, mi corazón empezaba a palpitar rápidamente. Y por fin llegó mi turno.
Me moví muy rápido a diferencia de otros compañeros. Y ocurrió algo cuando estaba cruzando la última barra de mono.
“¡Ah!”
Me caí al suelo en un instante. Fue porque caminé pensando que la distancia entre las barras sería estrecha, pero el espacio entre las dos barras era más ancho de lo que imaginaba.
“¡Jin-hee! ¿Está bien?”
El maestro y mis compañeros de la misma clase se me acercaron rápidamente. Mis compañeros me ayudaron a levantarme tomándome de los brazos, pero al levantarme sentí un fuerte dolor en la pierna. No podía estar de pie con la pierna izquierda.
Después de recibir la llamada del maestro, mi madre llegó apresuradamente a la escuela con el rostro lleno de preocupación. El médico dijo que los ligamentos se estiraron y que necesitaba enyesar la pierna durante tres semanas, y que debía recibir fisioterapia.
Por primera vez en mi existencia me enyesaron la pierna. Vendada, me sentí muy incómoda. Pero lo más incómodo era ir a la escuela y volver a casa. Mi casa estaba ubicaba en una región alta y era difícil subir, incluso teniendo las piernas sanas.
“¿Cómo puedo ir a la escuela?”
“No te preocupes. Yo te ayudaré.”
Desde ese día, mi madre me cargaba en su espalda. Hasta mejorar mi pierna, mi madre hacía lo mismo todos los días para que yo pudiera ir a la escuela y regresar a casa. Pero ella solo se preocupaba por mí, diciendo: “Me apena que estés sufriendo porque la casa está ubicada en lo alto”.
“Mamá, su espalda es muy cálida.”
Camino a casa, le dije esto a mi madre, poniendo mi rostro en su hombro.
“Jin-hee, pareces una bebé.”
En ese momento, no podía pensar en lo pesado que era el camino que mi madre recorría. Solo pensando que ya no tendría que andar con muletas, me abracé a la espalda de mi madre relajadamente.
Era un camino muy duro, hasta para subir sola, pero ella subió cargándome en su espalda. Por esta razón, ella solía detener el paso para recuperar el aliento. Pero ya que siempre me mostraba el rostro sonriente, no la consideraba y pensaba que estaría bien. Ahora, experimentando subir el camino empinado, cargando a mi hijo en la espalda, puedo comprender cuánto esfuerzo hizo mi madre en esos días. Agacho la cabeza apenada ante ella.
¡Y cuánto esfuerzo ha hecho la Madre celestial que se dirige a la patria celestial, llevando las cargas de los pecados de numerosos hijos! Hoy también puedo ver a la Madre recorrer silenciosamente el largo camino, que es como un camino que dura mil años para llegar al destino.
Desde ahora, quiero ser una hija madura que pueda andar junto con la Madre considerando su gran esfuerzo, y no una hija inmadura que se abrace a la espalda de la Madre, poniendo el rostro en su hombro.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre.
En todo el mundo, el amor más grande y hermoso es el de la madre.
Porque Dios creó así que la madre amara a sus hijos más que sí mismo.
El amor de madre fisica refleja el amor de la Madre celestial.
Por lo tanto, viendo el amor de la madre terrenal podemos comprender el amor de nuestra Madre espíritual.
Nosotros no sólo tenemos Dios Padre, sino también Dios Madre quien nos ama y vino en esta última época.
Para savarse tenemos que creer en Dios Madre junto con Dios Padre.
Es muy importante la existencia de la madre para los hijos.
Espiritualmente tambien.
Quiero seguir a la Madre celestial hasta el final.
Por medio del amor de la madre física podemos entender el amor de la madre espiritual.
Dios nos mostró el sistema celestial por medio del sistema terrenal.
He. 8:5 『los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, […]』
como las madres fisicas sufren muchos por sus hijos asimismo la madre espiritual
está sufriendo mucho para salvar a sus hijos perdidos del cielo.
recibamos a Dios Madre y seamos salvos.
Me duele el corazón al pensar la Madre celestial(Dios Madre) que trabaja diligentemente hasta ahora por mí. Yo también quiero ser una hija madura que siempre pueda andar junto con la Madre celestial. Le doy muchas gracias a la Madre celestial(Dios Madre) por su gran amor y el sacrificio.
Cuando pienso en la Madre celestial puedo animarme de nuevo aunque tenga dificultades. Gracias a Dios Elohim por darme la nueva fuerza.
Me convertiré en un niño que ayuda a la Madre Celestial que salva a la humanidad convertiéndome en la fe de una persona madura, no en la fe de un niño.