La bendición en una prueba

MJ Park, Corea

“Cariño, vamos juntos a la iglesia después que salga del hospital.”

Lágrimas inundaron mis ojos cuando escuché a mi esposo decir esto.

Mi esposo trabajó muy duro y compró una casa para su familia; él cumplió su sueño más grande como jefe de familia. Estaba por disfrutar de su vida, en pasatiempos que nunca antes había soñado; pero le diagnosticaron cáncer y esto cayó sobre él como un trueno.

Nada podía salvarlo excepto un trasplante de hígado. Sin pensarlo ni un segundo, le dije que yo sería la donante.

Pero no era tan simple como pensé. El médico dijo que el trasplante no sería posible porque mi esposo y yo teníamos diferentes tipos de sangre y porque mi hígado era pequeño. Debía haber dos donantes, por eso mi sobrino que había servido en el ejército, vino rápidamente al hospital y se sometió a un exhaustivo examen médico junto conmigo. El tiempo que esperé para el resultado parecía una eternidad. Todo lo que podía hacer era orar.

“¡Padre y Madre, salven a mi esposo! Si él puede vivir, venceré todas las dificultades.”

Finalmente salieron los resultados del examen, y fue mucho mejor de lo que esperé. Dijeron que yo podía darle una parte de mi hígado, aunque mi tipo de sangre era diferente. Y el tamaño de mi hígado no era tan pequeño, por eso ya no era necesario otro donante.

Fui hospitalizada inmediatamente. Me puse una bata como la que tenía mi esposo, parecía que estábamos uniformados, nos miramos y sonreímos. Sin decir ni una palabra, pudimos leer nuestras mentes.

El día de la operación, mi esposo estrechó mis manos.

“En verdad soy muy bendecido.”

Siguiendo a mi esposo que fue trasladado a la sala de operaciones con lágrimas en los ojos, yo también me dirigí a la sala de operaciones. Aparentemente por creer que Dios me ayudaría, mi sentimiento era de alegría más que de temor. Deseaba que mi esposo tomara no solo parte de mi hígado, sino también mi corazón hacia Dios.

El resultado de la operación fue bueno. Ya que fue una operación seria, mi esposo pasó momentos muy difíciles. Soportando el dolor extremo, mi esposo llamaba a Dios, a quien había olvidado viviendo en este mundo, aunque había recibido la verdad hacía una década. Estaba desconsolada de verlo así, pero por otro lado, di gracias a Dios. Parecía que el mundo se hundía cuando le diagnosticaron cáncer al hígado. No obstante, el alma de mi esposo ha regresado a Sion, y pienso que la prueba que sobrevino a mi familia es la bendición de Dios.

Mi esposo mejoró lo suficiente para ir a trabajar. Comenzando con la fiesta del día de expiación, mi esposo guardó los mandamientos de Dios. En estos días, estudia muy duro la Biblia. Esto fue lo que dijo hace unos días.

“No estaba seguro de si Dios en verdad existe, por qué la gente va a la iglesia, y si la Biblia es verdadera… ¡Pero ahora las palabras de la Biblia son muy sorprendentes!”

Al ver a mi esposo reducir su tiempo de sueño para estudiar las palabras de Dios, pienso que ahora es tiempo de preocuparme de si tal vez estoy detrás de él en el camino al reino de los cielos.

Mi esposo antes solo perseguía una vida cómoda y se orientaba a una buena vida, pero ahora sueña con el reino de los cielos, buscando la misma dirección que yo; el sueño de toda mi vida se hizo realidad.

Ya que mi compañero de vida se convirtió también en un compañero del evangelio, puedo comprender lo que es ganar un millar de tropas que me apoyan. Estoy verdaderamente feliz de predicar las buenas nuevas de salvación a mis familiares y parientes junto con mi esposo.

Siendo una sola mente con él, trabajaré por lo más importante del mundo: salvar vidas.

Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre.