La biblia dice que somos pecadores que cometieron gran pecado contra Dios. Sin embargo, Dios nos reprende por nuestros pecados, sino quere que seamos salvos, arrepentiéndonos del pecados.

Ro.5: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Dios perdonó nuestros pecados sacrificándose a si mismo. Aunque éramos pecadores imperdonables, no nos sentenció a la muerte, sino que permitió la oportunidad de arrepentimiento y volvernos al seno de Dios. Esto muestra el corazón de los padres espirituales.

2P. 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Dios no que perezcamos, sino nos arrepintamos de nuestros pecados. Cuando sigamos sus enseñanzas y guardemos sus mandamientos poniéndolos en práctica, obtendremos la salvación. Dios es paciente todavía para nosotros.
Volvamonos al seno de Dios siendo conscientes del corazón de Dios Elohim.