Si miramos la historia de la iglesia primitiva, podemos ver el caso donde los apóstoles y los santos marcaron el camino de la fe en una dirección agradable a Dios, preguntando: “¿Eres bueno para las personas o para Dios?” (Gálatas 1 :10). Lo mismo es cierto para nosotros en esta era. La razón por la que nos esforzamos por participar de la naturaleza divina y vivir siempre con una sonrisa de acuerdo con las enseñanzas de nuestra madre es porque es bueno a los ojos de Dios. Para ser buenos a los ojos de Dios, debemos vivir de acuerdo con Su Palabra. Seguir el camino del padre y de la madre también puede ser visto como vivir según la Palabra. La Biblia nos ha sido dada para que podamos temer a Dios con un solo corazón y una sola voluntad siguiendo el ejemplo que Dios ha hecho. Como remanente de la mujer, la descendencia prometida, espero que sostengais la corona de la vida eterna hasta el final y os convirtáis en la familia de Sion que avanza en la espléndida gloria del cielo con alegría y alegría.