La Biblia registra los hechos del profeta Jonás y del apóstol Pablo, quienes se encontraron con una fuerte tormenta mientras navegaban en un bote, respectivamente. Era la misma barca hecha de madera, pero había una diferencia entre la barca que montaban Jonás y Pablo. En la barca de Jonás, cabalgaba una persona que desobedeció la voluntad de Dios, y en la barca de Pablo, cabalgaba una persona que obedecía Su voluntad. Al final, debido a un tal Jonás, incluso los que estaban en la barca corrían peligro de muerte. Dadas las circunstancias, la barca de Pablo tuvo un resultado completamente diferente. Las personas en la barca de Pablo se salvaron gracias a Pablo. Jonás, que tenía un corazón injusto, se convirtió en un ser que causaba sufrimiento y sufrimiento a todos los que lo rodeaban, pero Pablo, que estaba haciendo la voluntad de Dios, se salvó a salvo por eso. Habrá personas como Pablo. Nosotros también debemos tener la misma fe que Pablo y obedecer la voluntad de Dios para llevar a todos los que nos rodean a la salvación. Espero que siempre mantengas la fe correcta en la presencia de Dios que ve el corazón de las personas y te conviertas en la bendita familia de Sion.