Si observas la historia del desierto, puedes descubrir la sabiduría de vencer las tentaciones en él. Los israelitas vivieron en la tierra de Egipto durante 430 años y sufrieron diversas penalidades, luego, por la gracia de Dios, fueron liberados y trasladados a la tierra de Canaán que mana leche y miel. Como pueblo escogido de Dios, guardaron la Pascua y recibieron los Diez Mandamientos, la palabra del pacto y varias ordenanzas, ordenanzas y ordenanzas de Dios. Aunque ellos fueron el pueblo elegido que recibió el pacto de Dios, la mayoría de ellos no llegó a la tierra de Canaán y perecieron en el desierto porque no superaron la prueba.No falta lo más mínimo y no hay duda al respecto, pero el problema es una prueba que uno es incapaz de superar. Considerando que la tentación nos hace sufrir y caer en el camino de la destrucción por el que no debemos andar, todos debemos convertirnos en santos que vencen la tentación.