Solo Dios puede darnos la vida eterna.
El Espíritu y la Esposa son Dios Padre y Dios Madre, la Madre celestial. Ellos vinieron a esta tierra dejando la gloria del cielo solo para salvarnos.
Demos gracias a Dios Elohim por su gran amor.

Sólo Dios es quien nos da el agua de la vida. Debemos ir al Cielo creyendo en Dios Padre y Dios Madre, que son el Espíritu y la Esposa que dicen "Ven" para darnos el agua de la vida.

Podemos obtener la vida eterna solo cuando creemos en Dios Padre y Dios Madre como lo testifica la Biblia.

Estamos rebosantes de gratitud y alegría porque Dios habita con nosotros en este mundo donde viven los pecadores. Como tengo un Padre Celestial y una Madre Celestial, me siento seguro y feliz todos los días.ㅍ

La única que nos da vida eterna es la Madre Celestial.
Entonces, creamos en la Madre Celestial.

Para recibir la vida eterna en esta epoca, debemos conocer a Dios Padre y Dios Madre

¿Crees en la biblia? La biblia testifica que no solo existe Dios padre sino también Dios madre. Si es así, debe confiar no sólo en el padre Dios, sino también en la madre Dios. Sólo la Iglesia de Dios cree en el Dios padre y la Dios madre.

La esposa que da el agua de vida en Apocalipsis 22:17 se conoce como la Jerusalén celestial en Apocalipsis 21:9-10. Entonces, la esposa es la Jerusalén celestial. Entonces, ¿quién es ella? Los santos no pueden dar a los santos el agua de vida. Sólo Dios puede darnos el agua de vida, es decir, la vida eterna. Por tanto, la esposa que nos da el agua de la vida, la Jerusalén celestial, es Dios Madre como testifica la Biblia.

La esposa del Espíritu Santo no se refiere a los santos, sino a la Madre Celestial. En esta época, la Madre Celestial nos está dando el agua de la vida. Espero que crean en la Madre Celestial y sean salvos.

El agua de vida sólo puede ser dada por Dios. Por tanto, la Esposa que da el agua de la vida junto con Dios Padre que es el Espíritu Santo no se refiere a los santos sino a Dios Madre. Espero que os hagáis hijos del verdadero Dios que puede alcanzar la salvación con el agua de vida dada por Dios Padre y Dios Madre.