El año ha llegado a su fin y es hora de prepararse para el nuevo año. Mirando hacia atrás en el último año, los remordimientos siempre parecen acompañarme.
¿Cómo puedo recibir el año nuevo con alegría, no con arrepentimiento?
Miremos a través de las enseñanzas de Jesús.

Mateo 25:14-30 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo......Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos......y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;......Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Es una metáfora del talento.
En esta parábola, el que se arrepiente es un siervo con un talento.
¿Por qué dejó arrepentimientos de manera diferente a otros sirvientes? ¿Por qué fue abandonado por su amo?
Porque no tenía metas ni voluntad para alcanzarlas.

En este momento en que tenemos que prepararnos para el nuevo año, podemos darnos cuenta de qué hacer a través de esta parábola.

Si eres hijo de Dios, debes ponerte como meta predicar la verdad de la vida enseñada por Dios Padre y Dios Madre a las personas que están destinadas a morir. Y la seriedad para lograrlo tendrá que ser conjunta.

1 Corintios 9:26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,