Juan 21:15-17  "Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas."

El primer pedido de Jesús a Pedro fue encontrar a las ovejas perdidas de Dios y apacentarlas en el pasto de la verdad.  Y la segunda y la tercera vez le pidió que apacentara y enseñara a las ovejas de Dios y las guiara para que pudieran alcanzar el reino de los cielos.

Entonces, ¿con qué debemos apacentar a las ovejas (pueblo) de Dios?

Mateo 28:18-20 "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."

Lo que necesitamos para apacentar a las ovejas de Dios es lo que Jesús mandó, es decir, predicar el evangelio del nuevo pacto, el cual enseñó durante tres años de ministerio.

Predicar diligentemente el día de reposo(Lucas 4:16) y la Pascua (Mateo 26:28), los evangelios del nuevo pacto, que Jesús enseñó y ejemplificó con sus propias acciones, es cumplir el pedido de Jesús.

Hoy en día, la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial está guardando el día de reposo (sábado) y la Pascua del nuevo pacto, predicando y apacentando las ovejas de Dios.