Al igual que las palabras enseñadas a través de la Biblia, demos gracias y gloria a Dios en cada palabra que decimos. Dios permitirá que tal persona tenga más y más cosas por las cuales estar agradecida.

Si el movimiento de acción de gracias se desarrolla en nuestros hogares e iglesias, la salvación del mundo se puede lograr rápidamente. Espero que se conviertan en hijos de Dios que brillen más con agradecimiento en este mundo lleno de resentimiento y quejas, y lleven el evangelio del reino a todo el mundo dando a conocer el amor del Padre y de la Madre Celestial.

Somos una familia celestial. Dios es el Padre y la Madre de nuestros espíritus. Él nos ama hasta el final y nos protege como a la pupila del ojo, así que por favor no olvides el amor de Dios ni por un momento.