Nuestra patria es el reino de los cielos. Dios nos hizo promesa que el que angela la patria celestial, tendrá la oportunidad de volver. Angelemos nuestra patria celestial y guardemos la Pascua del nuevo pacto.

Quedémonos hasta el final en Sión, que guarda las fiestas de Dios, que nos salva de las calamidades y da enseñanzas de salvación a sus hijos. Entremos todos al cielo eterno.

El hogar al que debemos regresar es el cielo. Dado que el cielo es un lugar donde puedes vivir para siempre sin morir, no puedes ir a un cuerpo mortal. Gracias por el gran amor del Padre Celestial Ahnsahnghong y la Madre Celestial quienes nos dieron la bendición de la vida eterna a través de la Pascua del Nuevo Pacto para llevarnos al cielo.

Una vez fuimos nobles hijos de Dios en el reino de los cielos, antes de vestirnos de la morada física, el cuerpo; pero ahora somos miserables hombres destinados a morir por haber pecado en el cielo. Dios, sin embargo, se apiadó de nosotros, y abrió un camino a la vida eterna con la Pascua del nuevo pacto para que podamos restaurar la gloria que antes teníamos.

La vida en la tierra es donde nos quedamos por un tiempo.
Caminaremos diligentemente el camino del evangelio todos los días para la vida en el cielo donde viviremos para siempre.
Agradecemos al Padre y a la Madre celestiales por darnos esperanza y guiarnos al cielo.

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