Los que guardan el Sábado y la Pascua recibirán la herencia celestial. Los que descuidan la palabra de Dios nunca serán salvos.

Guardemos la fiesta del nuevo pacto que Dios estableció para llevarnos al cielo dándonos la vida eterna, el propósito de nuestra fe.
Y mantengamos la palabra que Dios nos ha dado, sin sumar ni restar.

Jesús es el que vino del cielo para establecer la verdad en esta tierra y dar ejemplo de fe.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, guardar el Día de Reposo, la Pascua y las fiestas del nuevo pacto son el camino de la salvación.

El libro de Santiago dice que los bienaventurado no son oidores: los que solo insisten en que tienen fe, sino hacedores de la palabra, o sea los que obeceden los mandamientos del evangeilo.

Los que obedecen todas las palabras de Dios pueden entrar en el reino de los cielos.
El el día de reposo y la Pascua son todas enseñanzas de Dios y mandamientos del amor de Dios por nosotros.
Los que obedecen la palabra de Dios son los que guardan el día de reposo y la Pascua.
Por el contrario aquellos que no guardan los mandamientos de Dios no obedecen la palabra de Dios aunque digan que creen en Dios.
Obedezcamos todas las palabras de Dios y heredemos el reino de los cielos.

Para entrar en el reino de los cielos, debemos obedecer la Palabra de Dios. Convirtámonos en nosotros que entramos en el reino de los cielos guardando el día de reposo (el Sábado) y la Pascua del nuevo pacto según la palabra de Dios.

El hecho de que crea incondicionalmente en Dios no significa que será salvo.
Para obtener la vida eterna, que es el propósito de la fe, se nos concede la salvación cuando guardamos los mandamientos y ordenanzas de Dios que Dios nos ha dado.

La palabra de Dios es absoluta. Somos bendecidos cuando guardamos la palabra. Debes obedecer la Palabra de Dios y recibir bendiciones.

La iglesia que guarda el día de reposo y la pascua, que son las ordenanzas de Dios, es la Iglesia de Dios. Puede recibir al verdadero Dios en la Iglesia de Dios.