Damos gracias a Dios Padre y Madre celestial que han venido a esta tierra para nuestra salvación. Gracias por hacerme comprender Madre celestial, el último misterio de la Biblia.

La Biblia testifica que las personas sin el conocimiento de Dios perecerán.
Aquellos que solo conocen a Dios Padre no pueden decir que conocen a Dios correctamente.
Los que conocen tanto a Dios Padre como a Dios Madre tienen el conocimiento de Dios.
Solo ellos serán salvos y se convertirán en el pueblo de Dios que irá al cielo.
Creamos en Dios Madre y recibamos todas las bendiciones registradas en la Biblia.

Las bendiciones dadas a aquellos que han recibido la Segunda Venida de Cristo y la Madre Celestial son inmensas.
Conozcamos y creamos en Dios correctamente y seamos salvos y vayamos al cielo.

Los que no conocen a Dios están condenados a ser destruidos al final. Por lo tanto, el profeta Oseas profetizó que debemos conocer a Dios, pero esforzarnos por conocerlo. Entonces, ¿conocer a Dios es conocer sólo a Dios Padre? La Biblia testifica que no solo existe el Padre Celestial sino también la Madre Celestial. Por lo tanto, conocer a Dios significa conocer no sólo al Padre Celestial sino también a la Madre Celestial. Espero que reciban la bendición de la vida eterna y la salvación de Dios al recibir a la Madre Celestial que testifica la Biblia.

Amén. Sólo la salvación viene de Dios. La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial es la única iglesia verdadera que cree en Dios Padre y Dios Madre, quienes han venido como salvadores en la última era del Espíritu Santo testificado en la Biblia.

Solo puedes ser salvo cuando te encuentras con Dios Padre y Dios Madre según la Biblia. Ven a recibir el agua de vida según Apocalipsis 22:17.

El Apóstol Pablo, en su viaje misionero, se encontró con personas que adoraban en vano a un 'dios desconocido', y sintió mucha pena por ellos. Incluso hoy en día, hay muchas personas que afirman creer en Dios pero no conocen a Dios. Son los que caen en sus propios estereotipos y niegan al Dios que testifica la Biblia. ¿Qué los hace diferentes de aquellos a quienes el apóstol Pablo conoció en el pasado? Debemos conocer a Dios, pero debemos conocer correctamente al Dios del que testifica la Biblia. La Biblia testifica de Dios Padre y Dios Madre.

Tenemos a la Madre celestial. La vida eterna es dada a través de la Madre celestial. Los que no creen en Dios Madre, no pueden ser hijos de Dios ni recibir la salvación.

Dios Madre es la vida eterna. Por eso, sin creen Dios Madre no podemos ir al reino de los cielos.
Creemos Dios Madre en la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.

Los que conocen a Dios Madre, que dará vida eterna a la humanidad, son el pueblo de Dios que recibirá la vida eterna y entrará en el reino de los cielos.

En esta época, si no recibimos a Dios Madre, no podemos recibir la vida eterna. Esta es la profecía segura de la Biblia, y es la voluntad de Dios.

Para ser salvos, debemos saber quién es el Salvador. Debido a que la Biblia nos dice que el Salvador es Dios Padre y Dios Madre, solo podemos recibir la salvación creyendo en Dios Padre y Dios Madre.

Aquellos que conocen a Dios Madre entienden la Biblia y creen en Dios correctamente.
Vayamos a Dios Madre, que vino según la profecía de la Biblia, y recibamos la bendición del agua de la vida.

La Jerusalén celestial que aparecerá en los últimos días es nuestra Madre. Madre es el Dios que debemos recibir. Recibe la bendición de la vida eterna dando la bienvenida a la Madre Celestial.

Sí, toda la humanidad debe conocer la gloria y el amor de Dios Madre que ha descendido a esta tierra para salvar a la humanidad en esta última epoca siguiendo las profecías de la biblia.

"Madre de todos nosotros(los hijos de Dios(Gá. 4:26)".... al leer este versículo se da cuenta que el apóstol Pablo conocía a la Madre de los hijos de Dios siendo él uno de los hijos y parece que tenía una creencia calara en Ella. Así como el apóstol Pablo y los miembros de la iglesia primitiva que entraron en el reino de los cielos, la Iglesia de Dios cree tanto en el Padre celestial como en la Madre celestial.