Dios creó todas las cosas por su voluntad, y su invisible poder y deidad se hacen calramente visibles a través de las cosas hachas por Él(Ap. 4:11).
Hay muchísimas criaturas vivientes en el mundo: aves que vuelan en el cielo, peces que nadan en el mar y diversos animales que corren en el campo abierto. Entonces, ¿por cuál voluntad de Dios fueron creadas todas estas criaturas vivientes?
Todos los seres vivientes tienen una cosa en común; tienen sus padres y madres, y son estas últimas quienes les han dado la vida. A través de esta providencia de la creación, Dios quiere revelarnos su voluntad, y esta refleja la deidad de Dios.
Al mirar la creación escrita en Génesis, se comprende que varón y hembra fueron creados a imagen de Dios(Gn. 1:26-27). Esta implica que hay dos imágenes de Dios : varón y hembra.
Todas las criaturas vivientes tienen sus progenitores masculino y femenino, y toda la creación despliega la naturaleza divina de Dios. Así, Dios ya nos ha mostrado, mediante tada la creación, su invisible deidad masculina y femenina, como el Padre y la Madre, y la Biblia en muchas partes de ella da testimonio de que Dios es tanto nuestro Padre como nuestra Madre.
Es natural y bíblico creer en no solo en el Padre celestial sino también en la Madre celestial, y la Iglesia de Dios es la única en el mundo en la cual se encuentran el Padre y la Madre celestiales.