Para aquellos que creen en Dios, el estándar para juzgar el bien y el mal no es la doctrina de una denominación en particular o las palabras de la gente.
No puede ser verdad ya que mucha gente lo sigue.

No debes elegir una religión porque la gente sea buena y porque la gente sea sincera.
La razón no es la relación entre Dios y el hombre, sino la relación entre el hombre y el hombre.
La salvación pertenece a Dios. Por lo tanto, debemos hacer lo que Dios quiere que hagamos.

Si un prisionero es bondadoso con otro prisionero, sus pecados no pueden ser perdonados.
Solo aquellos que tienen la autoridad para perdonar los pecados pueden recibir el perdón de los pecados.
La Biblia es una guía que nos dio Dios, quien tiene la autoridad para perdonar esos pecados.
Debe mostrar un comportamiento absoluto, no un comportamiento opcional, según su gusto.

A veces perdonamos los pecados a nuestra manera, no de acuerdo con las normas bíblicas.
Siempre debemos avergonzarnos de nuestros pecados y agradecer a Dios por perdonarlos.

Miles de personas que anhelan la palabra de Dios y esperan el cielo están buscando la verdad de la salvación.
Venid a Dios Padre y Dios Madre, que llevan a la humanidad a la salvación y a la vida eterna, para que todos puedan encontrar la verdad verdadera y recibir gratuitamente el agua de la vida (Ap 22, 17).
Solo la Iglesia de Dios tiene la Palabra de Dios y Su obra. Entonces nuestra elección debería estar ahí.