Amén.
Caminaremos por la senda del Evangelio con diligencia para revelar la gloria de Dios. Y agradecemos al Padre y a la Madre Celestiales por hacernos un templo para servir a Dios y por bendecirnos.

Estoy muy contento de que el Espíritu Santo y la Esposa, los salvadores de esta era, moren en mi corazón. Lucharemos por el evangelio todos los días para que siempre podamos estar llenos del Espíritu Santo de Dios.

Sí, orgullosos de ser llamados templo de Dios, no olvidemos nuestra misión que es glorificar a nuestro Dios Elohim a través de nuestras buenas obras.

Damos gracias al Padre Celestial y a la Madre Celestial por bendecirnos para que el Espíritu Santo de Dios pueda estar presente y convertirse en el templo de Dios.

Que todos los que somos templos de Dios nos arrepintamos y seamos santos por Espíritu Santo, seamos los que recibimos el Espíritu Santo de Dios, cumplamos la misión del último evangelio y revelemos la gloria de Dios.

Para convertirse en un templo de Dios, debe tener plena fe

Tendre que vivir mas piadosamente porque soy el templo que Dios mora.

Amén. El lugar donde Dios está con nosotros es el templo de Dios. Guardemos las ordenanzas y las fiestas verdaderas y seamos hijos del templo de Dios.

Amén. Dios dijo que nuestros cuerpos son templos donde mora el Espíritu Santo de Dios. Vivamos una vida de fe piadosa y llena de gracia para que el Espíritu Santo de Dios pueda continuar morando en nosotros.