¡Amén!
Somos bienaventurados que hemos recibido la promesa de Dios que es la vida eterna, encontrándonos a la Madre celestial que ha venido a esta tierra para salvarnos.

Dios puso su voluntad en todas las cosas.
Por eso, podemos conocer la voluntad de Dios mirando todas las cosas.
Como nuestra vida física es dada a través de nuestras madres físicas, nuestra vida espiritual es dada a través de nuestra Madre espiritual.
Si no conocemos a la Madre celestial, no podemos recibir la vida espiritual.
Creamos en la Madre celestial y recibamos la vida eterna e vayamos al cielo.

¡Amén! Todas las creación es testimonio del existencia de la Madre Celestial. Además, el amor y el sacrificio de la Madre Celestial. Sin la Madre Celestial no puede recibir la vida eterna. Y sin la Madre Celestial no puede entrar el reino de los cielos. Le doy gracias a la Madre Celestial por vino a la tierra para nosotros.

Solo las madres pueden desempeñar el papel de dar vida a sus hijos.
De esta manera, se siente tan natural que la Madre Celestial también nos da la vida espiritual.