Convirtámonos en hijos del cielo que cubren las faltas de nuestros hermanos con un corazón amoroso de madre y miramos sólo las cosas buenas. Y amémonos, sirvamos y unámonos unos a otros y recibamos las bendiciones de la vida eterna que Dios ha preparado para nosotros.

Un corazón que es considerado con el corazón de los demás es un corazón tan hermoso. Debemos comprender el sacrificio, el amor y el corazón de Dios, y vivir una vida considerada con nuestros hermanos y hermanas en Sion. Damos gracias a Cristo Ahnsahnghong y a la Madre Celestial por concedernos las bendiciones del cielo.

Cuando miremos a nuestros hermanos y hermanas en sión con los ojos de Dios, todos brillarán como joyas. Al deshacerme de mis propios pensamientos y estereotipos, consideraré y compartiré el amor de Dios con los hermanos y hermanas de sión.

Recuerdo la enseñanza de Madre celestial de que las bendiciones se dan a quienes se unen en corazones hermosos.  Seré un hija que brinde fortaleza a mi Madre con un hermoso corazón y unidad en todo.

La razón por la que Alejandro Magno estaba tan feliz cuando vio la pintura del artista no fue solo porque el artista era bueno dibujando, sino porque entendía los sentimientos de Alejandro Magno acerca de no querer mostrar su rostro desfigurado. Debemos recordar que el camino de la fe que debemos recorrer no es un camino que recorremos solos, sino un camino que recorremos juntos. Si caminamos con consideración unos por otros, podremos completarlo hasta el final. Dado que Dios Padre y Dios Madre siempre cuidan nuestros corazones y nos guían con amor, debemos amarnos unos a otros y recorrer este camino de fe.

Todo el mundo tiene algunas deficiencias. Si comprendemos los defectos de cada uno y nos miramos con ojos de amor, Sión se volverá más hermosa.
Hagamos una Sión rebosante de amor fraternal.

Hacemos la lección de la madre: Dios vino a esta tierra a servir. El corazón de servimos unos a otros sin desear ser servidos, es aquel con el que Dios se cumplace.