Los hijos que recibirán la promesa de la vida eterna son los hijos de la Madre Celestial. En esta última era, la Madre Celestial vino a esta tierra para darnos vida eterna. Creamos en la Madre Celestial, recibámosla y recibamos la bendición de la vida eterna.

La herencia de la familia de Abraham, representada por Dios, pasó a Isaac por su madre Sara. Asimismo, la herencia del reino celestial sólo la pueden obtener los hijos de la Madre Celestial, representados por Sara. Agradezcamos ser hijos de la Madre Celestial y convertirnos en hijos que acompañan a la Madre hasta el final.

Entiendo que debe haber la Madre celestial para los hijos del reino de los cielos.

Jerusalén es nuestra Madre espiritual que nos da la vida eterna. Sin nuestra Madre espiritual, no puede nacer una nueva vida.

Ya que los ciristianos conocieron a la Madre Jerusalén y dieron testimonio de que eran hijos de Ella, las iglesias que niegan la existencia de la Madre son falsas y en ellas no hay salvación.

Hacemos muy pocas cosas para la salvación, pero la razón por la que somos salvos no es por nuestras acciones, sino solo porque nacimos de la Madre Celestial. Doy gracias sinceras al Padre Celestial por permitirnos heredar el reino de los cielos simplemente porque somos hijos de la Madre Celestial.

Como Isaac, fuimos escogidos como hijos de la promesa.
Lo más valioso del mundo es llegar a ser hijo del Padre y de la Madre Celestial y ser salvo e ir al Cielo.

A través de la historia de la familia de Abraham, Dios nos dijo quiénes pueden entrar en el reino de los cielos en esta época. El hijo de Abraham, Isaac podría convertirse en heredero a través de su madre, Sara. Asimismo, los hijos de Dios heredan el reino de los cielos a través de Dios Madre y entran en el reino de los cielos. Podemos ver que la Iglesia de Dios sociedad misionera mundial es la iglesia de la verdad que cree no sólo en Dios Padre sino también en Dios Madre.