En el tiempo del Antiguo Testamento, había un hombre que se llama Abraham.
Abraham no tenía ningún hijo, por eso iba a hacer Eliezer ser su heredero.
Eliezer era un mayordomo, su padre no era libre, y su madre tampoco era libre.
Dios dijo que Eliezer no puede ser su heredero.

Abraham obtuvo su hijo, Ismael por Agar, una sierva de Sara.
Él iba a hacer Ismael ser su heredero. Sin embargo, Dios dijo que no.
Porque Ismael, su padre era libre, Abraham, pero su madre no era libre.

Dios le dio a Abraham Isaac por medio de Sara, su esposa.
Abraham estaba muy feliz, y iba a hacer Isaac ser su heredero.
Isaac podía ser el heredero de Abraham, porque su padre y su madre son libres.

La historia de la familia de Abraham no es una historia de una persona.
Es una porfecía que nos enseña quien puede recibir los bienes de Dios.
Porque Abraham se refiere a Dios espiritualmente.
Y la Biblia dice que nosotros somos los hijos de la promesa como Isaac.
Gá 4:28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.

Entonces, ¿a quién debemos tener a fin de recibir los bienes de Dios?
Dios Madre quien es libre.
Gá 4:26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

Necesitamos Dios Madre para que seamos los hijos de la promesa y entremos en el reino de los cielos.