Dios nos ha dado la ley a fin de hallar al Cristo quien nos salva. La ley de Dios da testimonio del Cristo. Por lo tanto, los pueblos Dios deben escudriñar la ley cuidadosamente para que conozcan a Cristo y reciban la salvación.

Gá. 3:24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

La razón por la que Dios nos ha dado su ley es para guiarnos al Cristo, Dios encarnado quien tiene potestad de darnos el perdón de pecados y la vida eterna. Ya que somos pecadores que cometimos gran pecado contra Dios en el cielo, tenemos que ser perdonados. Solo el Cristo puede darnos estas bendiciones.

Ex. 12:46 Se comerá en una cosa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo.

Esta es una de leyes de la Pascua. Los pueblos de Dios debían cumplir esa ley al guardar la Pascua. Esta es figura y sombra de la ley venidera( He.10:1)
En el nuevo testamento Jesús vino como el cordero de la Pascua y cumplió la ley mencionada anteriormente.

1Co. 5:7 ... porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Jesús se sacrificó a si mismo siendo la realidad del cordero de la Pascua. El sacrificio del cordero de Pascua representa al sacrificio del Cristo. Por esta razón, cuando Jesús murió en la cruz, no se quebró su hueso.

Jn. 19:31~ 36 ... Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas... Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.

Así, la ley nos dirige al Cristo quien nos salva. Si no conozcamos al Cristo descuidando su ley, seremos destruidos por desecharlo.
Entonces, ¿ a quién nos lleva el nuevo pacto, la ley de Cristo?

Gá. 4:21~ 26 Decidme, los que queréis estar bajo la ley; ¿ no habéis oído la ley? ... Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; ... Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

Agar y Sara son dos pactos. Agar representa al antiguo pacto y la Jerusalén actual y Sara, al nuevo pacto y la Jerusalén celestial. Pero, ¿ cómo concluyó Pablo sobre Jerusalén celestial? Ella es madre de todos nosotros, es decir, Dios Madre. En conclusión, el nuevo pacto nos lleva a Dios Madre.

Hace dos mil años, Jesús estableció el nuevo pacto con su propia sangre. La razón por la que él hizo el nuevo pacto es para enseñarnos a la Madre celestial, la salvadora de esta última época. Por lo tanto, los que guarden el nuevo pacto, podrán conocer a la Madre celestial y recibirla.