Dios ha prometido derramar el Espíritu Santo de la lluvia temprana y tardía en su debido tiempo. Aquello fue derramado en el día de Pentecostés a los discípulos y sus pueblos hace dos mil años. Este se derramará en esta época. Por lo tanto, los santos deben saber la manera de recibir el Espíritu Santo de la lluvia tardía.

Jl. 2:23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.

La lluvia que Dios derramará a sus pueblos se refiere al Espíritu Santo. El Espíritu Santo de la lluvia temprana fue derramado sobre la iglesia primitiva.

Hch.2:1~4 Cuando llegó el día de Pentecostés,... y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

En aquel entonces Dios derramó el Espíritu sobre sus pueblos a fin de que predicaran el evangelio y a Cristo. Ellos podían lograr su misión por la ayuda del Espíritu Santo. Del mismo modo, se derrama el Espíritu Santo de la lluvia tardía en esta época.

Zac.14:16~y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén... y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos la lluvia.

Aquí, Dios nos muestra la condición de recibir la lluvia tardía. Primero, tenemos que creer en Jerusalén. Segundo, debemos guardar la fiesta de los tabernáculos.
La Jerusalén en quien tenemos que creer es Dios Madre( Gal.4:26)
Por tanto, los pueblos de Dios deben creer en Dios Madre, la Jerusalén celestial, y guardar la fiesta de los tabernáculos para que reciban el Espíritu Santo de la lluvia tardía, el cual nos ayuda a cumplir la misión de evangelización.