Dios estableció el Día de Reposo y la Pascua para guiarnos por el camino al cielo.
Entoncces, debemos avanzar hacia el cielo observando el Día de Reposo y la Pascua.
Del mismo modo, nuestro Dios Padre que creó todas las leyes del nuevo pacto, nos ha guiado a nuestra Madre, la fuente del agua de la vida. Por lo tanto, tenemos que creer en la Madre y correr hacia el cielo tomando el camino por el que Ella nos guía.

Zac 14/7 [ Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.
8Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno ]

Las aguas vivas salen de Jerusalén todo el año.
Entonces, la fuente del auga de la vida se reiere a Jerusalén.
Gá 4/26 dice: Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
El Cordero, Jesús que ha venido por segunda vez, nos guía a los brazos de nuestra Madre Jerusalén celestial.
Y Jesús ha venido por segunda vez para restaurar la ley del nuevo pacto que había sido destruida.