
EJ C, Corea
Cuando mis hijos fueron a un campamento de la escuela, nos quedamos solos mi esposo y yo en casa. Aunque fue solo por un día, pudimos disfrutar de un poco de tranquilidad después de mucho tiempo. Como se acercaba nuestro aniversario de bodas, salimos a cenar.
Cada vez que mi familia comía fuera, por lo general mis hijos peleaban por sentarse cerca de mí, y yo los miraba molesta. Casi siempre me distraía tanto por cuidar de ellos, que no sabía ni qué era lo que había comido. Por eso estaba contenta en cierta parte porque esta vez podría disfrutar con mi esposo. Después de pensar en qué comer, decidimos ordenar un menú de sashimi y fuimos a un restaurante japonés.
Ordenamos y pronto nos sirvieron a cada uno.
—Oh, este es el favorito de Heon. A él le gustaría esto si estuviera aquí.
—A Ji-su le gusta mucho el sushi. Oh, la extraño. ¿Tú no?
Mientras conversábamos así, mi esposo me miró desilusionado y me dijo:
—No sabe bien sin nuestros hijos junto a nosotros.
Cuando regresamos a casa, se sentía vacía. La habitación de mis hijos sin ellos se veía solitaria. Ellos se habían ido solo por un día…
¿Mi madre se sintió así? Mi mamá siempre decía que nada la hacía más feliz que ver a sus hijos disfrutar de su comida. Por eso cada vez que encontraba un buen restaurante, nos llevaba ahí sin dudar. Ella decía que no se daba cuenta de que vivía en una casa grande cuando sus seis hijos hacían bulla todos los días, pero después de que se casaron uno tras otro y se fueron a estudiar al extranjero y consiguieron un empleo, se sentía vacía. Suspiraba por el teléfono.
—No puedo dormir en la noche. Voy a la habitación que ocupabas y me acuesto en tu cama, paso a la habitación de la menor y me acuesto, luego a la cama de los gemelos, y por último a la cama que era de Gyeong-ah. Así viajo toda la noche. A pesar de eso, no puedo mudarme a una casa pequeña, por temor a que no tengan una habitación donde dormir cuando todos ustedes vengan a casa.
En el fin de semana, mi mamá estaba ocupada. Ella cambiaba las sábanas de nuestras camas por sábanas nuevas almidonadas y esperaba nuestra llegada estirando el cuello.
—Mamá, llegaré la próxima semana. Tengo otro plan esta semana.
—¿Qué? ¿Qué plan? Entonces mándame a tus hijos. Cuidaré de ellos mientras tú sales. Tu favorito, kimchi aguado, está bien fermentado y muy delicioso. Apresúrate. De lo contrario, otros se lo comerán primero si llegas tarde. Lo sabes, ¿verdad?
Cada semana que la llamaba, me decía que fuera y llevara kimchi aguado y verduras encurtidas. Su voz aún resuena en mis oídos. Ella hacía berenjenas al vapor que a su hija mayor le gustaban, estofado de costillas de res que a su hija menor le gustaban, y crepés de puerros que a su yerno mayor le gustaban, y esperaba que llegáramos, aunque ella no podía comer porque su estómago no se lo permitía. Extraño mucho a mi mamá.
¡Cuánta angustia debe de haber tenido nuestra Madre celestial! Ella no podía encontrarse con sus hijos de quienes no quería apartarse. Separada de sus hijos, ¡cuánto dolor debe de haber tenido! Pensando en sus hijos, no puede dormir ni comer bien; el dolor va más allá de toda imaginación. Espero que los hijos celestiales regresen a Sion rápidamente para que los sufrimientos de nuestra Madre terminen pronto.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Voy a buscar más diligentemente a mis hermanos celestiales para mi Madre celestial(Dios Madre). Hoy también, Ella está esperando a sus hijos perdidos del cielo con gran tristeza. Espero que todos los hijos celestiales regresen rápido al seno de la Madre celestial.
Espero que los hijos celestiales regresen a Sion rápidamente para que los sufrimientos de nuestra Madre terminen pronto.
A través de la familia terrenal podemos comprender la familia celestial aún una parte. Nadie podría dar el mismo amor de un padre y de una madre.
El amor de nuestros Padres Celestiales nos da mucho animo. Doy muchas gracias a Dios Elohim por ser nuestros Padres Celestiales que nos dan su infinito amor.
Todavía no tengo hijo y no sé qué es la mente de mi madre.
Sin embargo, cuando considero de que mi madre se sacrificó por mi, puedo entender cuán grande es el amor de la madre. Mi madre siempre vivía para nosotros pensando solamente en la comida y la ropa de nosotros … me dí cuenta del gran sacrificio y profundo amor de la Madre celestial a través de mi madre.
Yo también tengo misma experiencia. Tengo un hijo. Cuando el era niño, el durmió un día afuera por el campamento de la escuela. En ese momento, también me sentía vacía y le extrañaba muchísima aun un día separado. Pero mi hijo regresó con gozo sin pensar nada acerca de mi.
Nuestra Madre Celestial esta esperando mucho sus hijos perdidos(nuestros hermanos perdidos). Hasta buscar todos, Ella siempre va a sentir vacía y tristeza. Quiero darle una alegría a mi Madre celestial buscando los hermanos perdidos quienes están todo el mundo. Animo!!
Voy a buscar a los hermanos amados para dar una alegría a la Madre celestial.
Dios Padre y Dios Madre estaban tristes porque perdieron sus hijos en el cielo.
Por eso mi Dios padre y mi Dios madre vinieron a este tierra para encontrarnos.
Gracias a Dios Elohim.
Tal vez no entenderemos el corazón de Dios Padre y Dios Madre para siempre.
¿Cuándo sabremos el amor y la añoranza de la Madre celestial por sus hijos?
Gracias por añorar y amar a nosotros q somos pecadores del cielo.
¿Cuándo sabremos el amor y la añoranza por los hijos de la Madre celestial?
Gracias por amar y añorar a nosotros q somos pecadires del cielo
Pude sentir el amor de la madre por medio de este artículo.
Las madres siempre piensan en sus hijos.
A través del amor de la madre podemos entender el amor de Dios Madre.
La Madre celestial también siempre está pensando sus hijos celestiales.
Gracias a la Madre celestial quien nos da la vida eterna y gran amor.
Lo que hay en la tierra es modelo y sombra de lo que está en el cielo. Si el amor de los padres en esta tierra es tan grande, ¿qué tal el amor de los Padres Celestiales? Doy gracias al Padre Celestial y la Madre Celestial por su gran amor.
Aunque somos pecadores, la Madre Celestial nos valoró y abrazó.
La Madre Celestial dijo que no tiene sentido en el cielo sin hijos, y ella misma bajó a esta tierra.
Gracias a la Madre Celestial por darme un gran amor.
El amor de nuestros padres físicos en esta tierra es tan grande que no podemos medir cuán grande es el amor de nuestros Padres Celestiales. Siempre estoy agradecido por el amor de Dios Padre y Dios Madre(IDDSMM).
También me casé y tuve un hijo, y solo entonces conocí el corazón de mis padres. Entonces, ¡qué dolor para la Madre Celestial, que espera el regreso de sus hijos perdidos! Quiero traer alegría a la Madre Celestial predicando diligentemente la Pascua del Nuevo Pacto para encontrar a los hermanos y hermanas del Espíritu.
Gracias por la gracia y el amor del Padre y la Madre celestiales que vinieron a esta tierra en carne para buscar a estos pecadores que merecen a la muerte.
Ahora, quiero estar junto con el Padres Celestiales para siempre en el reino de los cielos.
Como la parábola de las cien ovejas (Lucas 15:3-7), estamos agradecidos por el gran amor de nuestros padres celestiales que vinieron a esta tierra para encontrarnos a los que estábamos perdidos en el cielo. Hagamos también lo mejor que podamos para encontrar a nuestros hermanos y hermanas que aún no han sido encontrados, y convertirnos en niños que alivien aunque sea un poco las preocupaciones de los Padres Celestiales.