Con el ansioso corazón de la Madre

HR Bang, Corea

No llevaba buenos frutos durante mucho tiempo, y me sentía muy apenada ante Dios pensando que estaba predicando el evangelio como una costumbre. También tenía temor de no poder entrar en el reino de los cielos por desperdiciar mi tiempo con esa fe tibia. Un día, cuando estaba orando, rompí en llanto. Pidiendo ansiosamente a Dios que me ayudara a encontrar un alma que estuviera buscando a la Madre celestial y a guiarla a la verdad, pude recobrar el ánimo.
Un día, mientras predicaba diligentemente el evangelio, escuché una voz que salía de una casa. Le dije que quería predicar la verdad de la pascua escrita en la Biblia. Entonces escuché la voz de una mujer desde el interior de la casa, que decía “pase”, como si me hubiera estado esperando. Pensando que había escuchado mal, le pregunté nuevamente, y ella dijo:
“Viene de la Iglesia de Dios, ¿no es así? Por favor pase y enséñeme las palabras de la Biblia.”
Ella nos dio la bienvenida con una brillante sonrisa; ciertamente era nuestra hermana celestial que estaba esperando a Dios Elohim. Resulta que ella ya había recibido la verdad cuando era joven, pero no había guardado su fe debido a ciertas circunstancias. Después de dar a luz a su primer hijo, reinició su vida de la fe, pero volvió a dejar la verdad porque su familia tuvo algunos problemas económicos.
Aunque había estado alejada de Sion, siempre extrañaba a la Madre celestial, y cada vez que llegaba la primavera, se sentía muy ansiosa pensando que debía guardar la pascua. Mientras iba por la calle con sus hijos, a veces encontraba un letrero de la “Iglesia de Dios”. Entonces sus hijos le preguntaban: “Mamá, ¿por qué no guardamos el día de reposo y la pascua?” Al escucharlos decir esto, ella quería regresar a Sion al menos por sus hijos. Pero no tenía valor y solo esperaba que alguien de Sion la encontrara.
Ya que esperaba ciegamente sin ninguna promesa, se resintió con los miembros de Sion por no tratar de encontrarla. Cuando alguien tocaba su puerta, corría, pero cuando veía que no era un miembro de Sion, quedaba muy desilusionada. Ahora finalmente encontró a su familia celestial y regresó a Sion que tanto había extrañado. Ella repetidamente daba gracias a la Madre por haberla encontrado sin olvidarla.
Yo estaba muy emocionada; una vez yo también fui una oveja perdida, que dejó a la Madre y vagaba en este mundo oscuro. Aunque era una pecadora que había herido profundamente el corazón de la Madre y la había abandonado, ella nunca me abandonó, ni por un momento, y me guió al camino de la vida con su interminable amor.
¿Qué habría pasado con la hermana y conmigo si la Madre no nos hubiera esperado? El solo pensar en esto me atemoriza mucho. Gracias al sacrificio de la Madre, pudimos regresar a Sion después de deambular por mucho tiempo.
Todavía hay muchas almas en todo el mundo que están esperando el amor de la Madre. Ahora comprendo lo que más necesito para guiarlos a la Madre: el corazón de la Madre. Creo que si tenemos el ansioso corazón de la Madre y su interminable amor para encontrar a sus hijos perdidos, podremos encontrar a todos los miembros de nuestra familia celestial sin importar dónde estén.
Incluso en este momento, la Madre debe de estar muy ansiosa y desconsolada por sus hijos que todavía no han sido encontrados. Sin olvidar el dolor y el sufrimiento de la Madre, pondré todo mi corazón y esfuerzo para cumplir el evangelio. Quiero encontrar rápidamente a mis hermanos y hermanas celestiales, para que los años de sufrimiento de la Madre terminen lo más pronto posible.

Esto es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre.